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Descubre los proyectos premiados de las bienales de arquitectura más importantes del país.
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La Bienal de Iluminación en Iberoamérica es una iniciativa de la revista Iluminet que se ha consolidado como el evento más importante de la región para reconocer y promover el diseño de iluminación. Comienza con una convocatoria abierta a diseñadores de iluminación independientes establecidos en los países de Iberoamérica, incluyendo España y Portugal.
Después de una revisión rigurosa y anónima, se seleccionan los proyectos que conforman la Bienal, los cuales se recopilan en un libro y se exhiben en diferentes espacios, tanto especializados como abiertos al público en general.
Jurado:
- Anna Adrià
- Douglas Leonard
- Elías Cisneros
- Luis Juan López
- Miquel Adrià
- Oriana Romero
- Steven Rosen
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Con este evento nacional inauguramos una nueva etapa dentro de la Bienal de Arquitectura Mexicana de la FCARM, que forjará el camino para que sea un referente y punto de partida donde además la entrega de una serie de reconocimientos sirva para lograr entender el comportamiento de nuestro quehacer disciplinar en el contexto socio cultural y económico de nuestro país.
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Proyecto LA LUZ
La Luz 1126 un proyecto experimental de vivienda en el centro histórico de la ciudad de Monterrey. Se trata de un ensayo arquitectónico que busca responder a los retos de la vivienda en zonas consolidadas e históricas de la ciudad. La obra consta de 5 viviendas y una planta baja comercial que funciona como “ojos a la calle”.
Esta obra es un ejemplo de cómo una construcción de baja escala puede ser útil para la ciudad y respetar el entorno histórico del sitio en el que se encuentra. Es una apuesta por la vivienda vertical que no agrede a su entorno, sino que se integra a él de manera orgánica y honesta con el tiempo en que se adhirió a la construcción preexistente.
Se buscó crear un concepto a escala 1:1 en el que se muestre un proyecto a escala humana y adecuada a un barrio histórico. El edificio se adhiere orgánicamente sin desencajar abruptamente en el paisaje. Por otro lado, se optó por un diseño que dejara ver tanto las etapas constructivas preexistentes, como las actuales.
La elección de los materiales utilizados es una clara representación de la historia de la construcción en la región. El concreto aparente, que se ha utilizado en Monterrey durante más de 100 años, es una parte importante de la estructura. El ladrillo cocido, también de la región, se utilizó como separador de espacios para crear una “piel” flexible con propiedades térmicas. La decisión de dejar los materiales aparentes es una muestra de honestidad con los materiales; además, el diseño hereda criterios sustentables pasivos de la arquitectura del Noreste de México.
El proyecto es una yuxtaposición de épocas y materiales, y al mismo tiempo, un testimonio de como el presente puede coexistir respetuosamente con el pasado.