Inspiración es el uso más recurrente de una tendencia y a partir de esta acción las formas de utilizarla son muy variadas y responden a diferentes intereses.
En accesorios, en detalles, en texturas, objetos decorativos, objetos utilitarios, obras de arte, en la forma de vestir, principalmente en acentos que pueden ir cambiando con el tiempo, que permiten migrar de un estilo a otro manteniendo la frescura y adaptándose a la dinámica forma de ser de las tendencias, siempre en transformación.
Muchos seleccionan una tendencia confirmando una serie de variables que responden de forma diferente en cada tipo de proyecto. Que pueda permanecer en el tiempo, que sea efímera, que vaya de acuerdo con el concepto que está generando, que resuelva inteligentemente un problema, que permita el crecimiento, que soporte una estrategia, que se pueda reutilizar, que esté de moda, que no lo esté.
También se recurre al uso de las tendencias para darle referencias tangibles a los posibles clientes y que entiendan con ejemplos reales el resultado que están esperando. Pero no se trata de hacer un copy-paste, ya que para los arquitectos, interioristas y diseñadores sus proyectos siempre tendrán identidad, personalidad y estética local, donde sutilmente, el ojo experto podrá leer la tendencia a la que hace referencia.
